Tato es un gran profesor, un músico increíble y una persona fantástica. Tuve la oportunidad de tomar clases de música para bailarines con él y lo recomiendo ampliamente. Como profesor de canto, me preocupaba volver a estudiar teoría musical y solfeo, que ya estudié en el Conservatorio, pero él logró darme muchos materiales nuevos para trabajar y hacer que cada clase fuera interesante. Su actitud relajada, siempre con una sonrisa amistosa en el rostro y su capacidad para animarte a explorar cosas con las que quizás no te sientas cómodo son notables.
Hay tantas cosas que me encantaría escribir, pero puedo resumirlas todas en una sola frase: toma una clase con él, ¡después serás un nuevo bailarín/músico/intérprete!